Pienso que…el verano del 2021 me ha llevado a ciertas reflexiones, escuetas más que precisas, pero portadoras de segundos que resumen días de sol y descansos de palabras que conformarán una nueva novela ( última de la Trilogía del destino) que verá la luz allende los mares.
Y comparto:
- Más rápidos que los peores augurios y más lento de lo que la sociedad precisa, la Covid parece ir perdiendo protagonismo por fin. Lo más bonito de vivir está experiencia es poder olvidarla cuanto antes.
- Lo de besar el escudo de una camiseta deportiva, podría suplantar el dicho de: Eres más falso que un duro sevillano, por: Eres más falso que el beso de un escudo.
- Felicidades a todos los medallistas ( y diplomas) olímpicos y paralímpicos, y, especialmente a todos aquellos cuyos deportes son silenciados entre aros de metales y colores.
- España 2050 es un propósito que, más allá de las buenas intenciones, necesita compartir más variopintos retratos para darle cierta credibilidad, so pena de olvidar que en este país el alquiler de la poltrona dura a lo sumo cuatro años, antes de dejar las guerrillas para iniciar una nueva batalla.
- Lo de subir quince euros el salario mínimo, no sé si calificarlo de broma de buen o mal gusto, sobre todo pensando, y por respeto, a las miles de personas que van a percibirlo.
- Merkel ya no está, y hasta cierto punto su legado deja en Europa un cierto vacío de auctoritas que no va a ser fácil de cubrir, como no lo fue el conseguirlo para ella. Solo espero que la retahíla de candidatos no flirteen con los márgenes ni griten más de la cuenta.
- La Superliga europea planteada por Florentino, flecos a parte, me parece la crónica de una competición anunciada, pese a haber tenido una presentación en sociedad de lo más cutre salchichera que puede uno imaginarse. Algo así como lo de «Ganas de volver a veros», pero todavía con menos gracia.
- Intento comprender (y reconozco que por más vueltas que le doy no lo consigo) eso de querer quedar dos para negociar algo, no estando dispuesto ninguno a moverse un ápice de sus casillas. Solo mentes muy privilegiadas deben ser capaces de entenderlo.
- Me ha sorprendido esta nueva estrategia del management culé: tú, fulanito, que sepas que eres el mejor para el puesto y así vamos a proclamarlo mientras te buscamos un sustituto lo más rápido posible. Y luego dicen que a los catalanes no nos va la broma.
- Es vox populi el hecho de saber que si gestionas mal un pequeño comercio las deudas te persiguen por tierra, mar, aire y más allá, pero si diriges una empresa fantasma en algún paraíso fiscal, nadie osará interrumpirte la siesta. Tal vez por ello se buscaban, an y arán, pelotazos que te catapulten lo más alto posible con el mínimo sudor necesario.
- Trabajar hasta los setenta y cinco años… lo escuché el otro día en la radio del coche, atravesando una zona con pésima cobertura, y justo se perdió cuando imagino que el periodista anunciaba el día de estreno de la nueva comedia de Woody Allen.
- Parece que la luz sube en proporción inversa a la penumbra de la estrategia de nuestras primeras espadas para hacer frente a eso que llaman el libre mercado. ¿No estarán preparando el camino para hacer el agosto con el incipiente auge del coche eléctrico, verdad?
- Por cierto, y sin pretender alumbrar a nadie, envíen ya la Carta a los Reyes Magos (seguro que uno de los tres está de guardia), porque el precio de los contenedores marítimos también se ha multiplicado por tropecientos y la Barbie y el Ken, Made in China, pueden ser difíciles de conseguir estas Navidades.
- Y lo mejor del verano… el azul intenso y transparente de un Mediterráneo que, más allá del bien y del mal, me ha seguido dando momentos de paz, de quietud y de alegría como pocas experiencias lo hacen…. sin olvidarme del tour por las preciosas e inolvidables tierras extremeñas.
Feliz otoño a tod@s
¿ Y tú, qué piensas?
