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Foro de Davos

 

Davos, municipio situado al este de Suiza.

Pienso que…de poder disponer de un micrófono, en una hipotética conferencia en el Foro de Davos que reuniera a los principales mandamás del mundo (el Club Secreto Bilderberg y sus amigos de copas, ya saben), la mayoría de los cuales, no aparecerán por Davos ni por asomo, aprovecharía para  preguntarles lo siguiente:

1) ¿Qué medidas proponen para paliar, debido al imparable avance tecnológico, las consecuencias de la desaparición de  toda la mano de obra susceptible de ser sustituida por una robotización capaz de mejorar su productividad, o de igualarla a un menor coste?

Y me refiero a oficios tan dignos como el de conductores, cajeros, recepcionistas, cuidadores, profesores… e incluso en una segunda fase ( la llamaremos Big Data 2.0) la de escritores al uso, sustituidos por la Generación de los Escritores de Inteligencia Artificial.

2) ¿Han pensado, siguiendo con la pregunta anterior, que quizá, por salud mental o puro equilibrio emocional, habrá personas (tal vez más de las que nos imaginemos) que prefieran seguir ganándose el sueldo con el sudor de su frente, en vez de convertirse en simples consumidores afamados de la paga concedida por obra y gracia del estado?

Y me refiero a la llamada RBU (Renta Básica Universal) a la que en un día, cada vez más cercano, tendremos derecho por ADN, para evitar una revolución mundial de final inesperado. Pero cuidado, no se hagan demasiadas ilusiones, que no será del importe de una Primitiva de bote, ni del sueldo para toda la vida de Nescafé ( ¡¿?!)

La siguiente sería un poco más puñetera, por si alguno todavía permanece cómodo en su butaca.

5)¿Tienen ya decididas las coordenadas geográficas elegidas para vaciar los excedentes armamentísticos, o para testar las últimas mejoras tecnológicas introducidas? ¿Podrían comunicarnos el país con tiempo, además de hacernos saber la escusa elegida(religiosa, política, o incluso deportiva si el fútbol continúa opiándonos), para poder ir a visitarlo antes de que se líe, y comprar un souvenir de recuerdo?

Se acuerdan ustedes de las armas de destrucción masiva de Irak. Uf, madre mía, menos mal que actuaron a tiempo, eh, que sino hoy estaríamos todos criando malvas, apaciblemente.

Esta cuarta, a poder ser con la Greta Thunberg, de la mano.

4)¿Qué dimensiones debe tener la catástrofe climática planetaria que les haga tomar conciencia real de las consecuencias de un cambio climático, y ayude simultáneamente, a dar  algo de credibilidad al binomio economía sostenible?

Gracias Greta por tu apoyo, le diría despidiéndome de ella dándole la mano ( evitando los dos besos típicos hispanos que el protocolo sueco no soporta sin el grado de confianza suficiente, como es el caso)

Y sigo…

5) ¿ Qué medidas redistributivas proponen para intentar mejorar la distribución de la riqueza del planeta, teniendo presente que más de la mitad de ella está en menos de veinte manos?

He de confesar que leí con cierta esperanza la recién propuesta de la senadora demócrata americana, Elizabeth Warren, de crear un nuevo impuesto para los ricos muy ricos, y me sedujo la solidez de los argumentos que esgrimía.  Otra cosa es lo que al final,el lado obscuro de la fuerza, le deje llevar a cabo a la pobre señora.

Y sigo…y, en esta última pregunta, convencido más que nunca, de estar dirigiéndome a las personas que mandan en el planeta que, como dije al principio, a saber qué estarán haciendo en ese momento; los que mandan de verdad, claro, y no estos pobres encorbatados que con flema teresiana, están soportando mis balas.

6)¿Cómo han pensado hacer desaparecer al ingenuo joven que pueda aparecer del día a la noche, llevado por el ímpetu juvenil de: » los problemas de este mundo los arreglo yo solita o solito», dispuesto a comunicar a los cuatro vientos, el haber encontrado un medio económico de generador de energía económico y duradero? ¿Tirarán de las sombras ( también de nieblas, barriendo para casa) que utilizaron para cerrar el caso Stanley Meyer, por ejemplo?

Oh, que bien me he quedado. Tenía que decirlo, o me arriesgaba a arder en el infierno después de muerto.

Ahora es cuando la pobre azafata o azafato, acuciada o acuciado por la mirada enloquecida del maestro de ceremonia, se me acerca a quitarme el micrófono con una sonrisa forzada. Y yo la miro, o lo miro, y reflejando su sonrisa, me despido con un cordial saludo antes de abandonar la sala, guardándome en el bolsillo las restantes preguntas que ya no podré hacer hasta la próxima edición, en la que llegaré disfrazado para poder pasar los controles de los «non gratas».

Y ya fuera del recinto, perdiendo la vista en la preciosidad de los parajes que envuelven a Davos, y con el abrigo de un café humeando danzando entre mis pensamientos, me doy cuenta de lo ingenuo que he sido al pensar que, en el Foro de Davos 2020, más allá de una reunión de expertos en economía con más buenas intenciones que medios, y de una gran cobertura de medios acompañados de políticos de diferentes razas y colores, allí, sí allí en Davos, no se cuece ninguna de las grandes decisiones que marcarán la estrategia económica de los próximos meses y años.

Y yo que me había hecho tantas ilusiones de que mis preguntas sirvieran para algo.

Bueno, había que intentarlo.

¿ Y tú, qué piensas?

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