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¿Desaceleración económica pausada?

Pienso que…hablar de desaceleración pausada de la economía, en la Gran Era de la Comunicación, es una broma, más que sutil, que también,  diría que woodyallena (con el respeto que merece mi director cinematográfico preferido)

En la época de Juego de Tronos (¿pasado o futuro?) era fácil poder hablar de una economía de parcelas. Un trono veía como su economía flaqueaba por aquí, mientras las del otro gozaba de una salud y prosperidad envidiable, algo más allá. Siempre respetando todos,  como debía ser ( ¡aquéllos felices años, eh Trump! ) sus resguardadas fronteras. Y los cuervos, como transmisores económicos de la época, apenas dejaban caer alguna que otra pluma con las buenas nuevas de cada uno.

Pero hoy, y no me refiero al hoy nueve de octubre del dos mil diecinueve, sino a ese hoy que separa la historia dándole título a sus enciclopédicos lomos, ese hoy de la gigante pelota de agua que con tanto ahínco pinchamos los de mi generación, para despertar el ingenio, ( que no supervivencia, nos consolamos pensando) de las generaciones futuras, ese hoy,  no entiende de economías dispares.

Los polos geopolíticoeconómicos del mundo (D.R.A.E, añadan económico a la palabra geopolítico, por favor) del siglo XXI no disponen de vasos comunicantes. Son el mismo vaso. Así que cuando China frena, la República de Malta se dedica a contemplar el paisaje, y cuando Andorra acelera, Australia le sigue, tan rápido como su inmenso mazacote de tierra puede, la estela.

Por eso, es importante que cada uno intente analizar qué puede hacer para no engrandecer la bola. Esa bola llamada crisis que sin miramiento alguno se lleva, sin ni dar los buenos días, todo lo que se le pone por delante.

Y por eso, también, todos tenemos la obligación de ser consecuentes con nuestras decisiones, la primera de las cuales quizá sea la de dejar de mirarnos el ombligo. Porque si ante la crisis, decido dejar de consumir como hacía ( sin estirar más el brazo que la manga, eh), por miedo a lo que pueda pasar en el futuro, lo único que estaré consiguiendo es hacer más grande una bola que, a buen seguro, se acabará llevando también mi suculento ahorro con ella. Después de estarse casi de todo, y con tanto sacrificio, ¿verdad?

En fin, que la desaceleración tienda a camuflarse rápidamente en una bola de crisis es algo que, solo los cuervos podían evitar. Hasta ahí, de acuerdo. Pero que la bola se haga cada día más grande también por mi culpa, hasta llevarnos a todos por delante, es algo a lo que sí puedo ( no me atrevo, aunque desearía, a escribir el podemos) plantar cara no asustándome más de lo que conviene.

Y os dejo, que voy a tomarme unas tapas, que ya me las he ganado, no vaya a ser que me venza la tentación de quedarme en casa, ponerme a cocinar, tomarme una cerveza ( que aunque la lata diga que es la misma, no sabe igual) y escuchar días más tarde que al camarero que acostumbra a saludarme con una broma, lo han despedido a las primeras de cambio.

Salud y saludos a tod@s.

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