De vez en cuando, muy de vez en cuando, el siempre arduo trabajo de corrector literario te provoca satisfacciones inesperadas que te reconcilian con el mundo de las letras. Esto es exactamente lo me sucedió cuando llegó a mis manos el manuscrito de Sombras de niebla…Desde las primeras líneas me di cuenta de que aquello era distinto, aquello era magia, sensibilidad, emoción, suspense…en definitiva, aquello era saber escribir (que aunque no lo parezca, esa es una virtud cada vez más difícil de encontrar). En fin, que poder corregir la ópera prima de Javier Correa ha sido una de las cosas grandes que he podido hacer en los últimos tiempos…
No dejéis de leerla, de verdad…ya nada volverá a ser lo mismo!!!
Muchas gracias, Javier!!! 😉
Enric Sabarich
Escritor
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